viernes, 22 de octubre de 2010

El problema de la tabula rasa

Cuando John Locke le dijo a la filosofía que el hombre venía con una tabula rasa (sin nada escrito – tablilla sin ninguna inscripción), negando de esta forma las ideas innatas, abrió dos vías para que la epistemología fuese entendida a partir de una divergencia existencial que nos remontaba a comprendernos ontológicamente; esto fue así porque su afirmación nos determinaba a ser totalmente libres de nuestras construcciones.
     Por otro lado, el existencialismo de Sartre señala que el hombre está condenado a ser libre, nada de lo que el individuo haga está afuera de su libertad y responsabilidad, y en tal sentido, comprendiendo de modo similar el pensamiento de Locke, nos encontramos delimitados por algo que puede acabar o afirmar nuestro modo de pensar: la deconstrucción de esencias.
     La deconstrucción de esencias debe entenderse como la posibilidad de redirigir la constitución de lo que somos al grado de que en la existencia construyamos nuestra identidad. Por esto, el venir “en blanco” permite una ventaja y una desventaja: la oportunidad de ser lo que queramos y decidir quiénes seremos, y la imposibilidad de saber qué somos y por qué existimos.
     Gran parte de la historia de la filosofía y las religiones se ha reducido a estas dos cuestiones. Por un lado, Platón consideraba un alma aprisionada por el cuerpo que, sin embargo, podía recordar las ideas que antes había contemplado en el topos uranos; Aristóteles veía al hombre como animal racional; Orígenes pensaba al hombre como el “ser que cree”; el cristianismo lo concibe como la creación hecha a imagen y semejanza de Dios; Foucault no sólo esgrime algo radical, sino que declara la muerte del hombre; Freud comprendía que el “yo” era producto de una fragmentación del niño al concebir al seno de la madre ajeno así mismo; y en fin, la lista sigue… La respuesta de la tabula rasa nos responsabiliza, pues“no venimos con ninguna idea prefijada”. Nosotros somos los únicos capaces de erigir un castillo conceptual e ideas acerca de la vida, de la muerte, del amor, de los valores, de la moral, de la sociedad, de la filosofía. Sin embargo, aún queda la duda, ¿qué (o quiénes) somos que necesitamos tantas conceptualizaciones lingüísticas? ¿No será que toda delimitación lingüística es el encubrimiento de lo real? ¿Sería posible que la aceptación de mi propia responsabilidad como constructor de mi esencia me aleje de ésta misma? O mejor dicho ¿Es probable que la fijación en una esencia me aleje de mi oportunidad de darme en la existencia como algo que tiene múltiples potencias? Cualquiera que sea la respuesta hay que tomar en cuenta lo que entre líneas recalqué anteriormente: con tabula rasa o sin ésta estamos determinados, en tal sentido, somos libres a partir de nuestra delimitación. Además, siendo más estrictos, tenemos un campo amplio de pensamiento al comprender que en nosotros está la posibilidad de interactuar con conceptos, y esto, no parece accidental, sino necesario.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El "Robaperas" de San Agustín

Escrito en la clase de Filosofía Medieval


En el capítulo IV del libro segundo de Confesiones, Agustín nos relata que cuando andaba de pandillero hurtó frutos de un peral. Él y sus amigos se deleitaron en hacerlo. Imagínense, un grupo de adolescentes cargados de adrenalina por robar peras, pero no excitados por el hecho de comérselas, sino por la acción misma de transgredir lo prohibido.
            Nos cuenta el filósofo que cuando tenían los frutos se los tiraron a los puercos, es decir, su rollo era andar de malilla y disfrutar de la anarquía. Sin embargo, eso no es lo sorprendente, lo admirable es concebir al joven contento por tirarles kilos y kilos de frescas peras a los cochis. Entonces, en estas consideraciones surgen tres preguntas: ¿Quiénes fueron los más perjudicados? ¿El santo Agustín, el dueño del peral… o los cerditos?
 

lunes, 23 de agosto de 2010

Aforismos- Acerca de la manada


I
La manada duerme, necesita un abejorro que le provoque brotes de roña para que despierte de sus llagas, de sus fétidos olores.
     ¿Quién será ese sutil zancudo? Una avispa nihilista ante la belleza que los lobos inculcan a sus crías de zorras: costumbres estéticas sazonadas con carne podrida que llenan las barrigas de las hienas y les hace carcajearse por comer carroña. ¿Y quiénes son las zorras? Los bípedos maquillados con ilusiones fantásticas falaces.
      Tales animalitos no están desprotegidos, no habitan a la intemperie, los pastores del rebaño han hecho un buen trabajo. ¿Por qué criticar, oh viejo hombre, a los veladores y atalayas del pueblo si le han dado a cada borreguillo la comida predilecta de sus vísceras? No os preocupéis cuidadores, la fatalidad lo demanda. El hombre lo es no por su razón sino por el anhelo entrañable que demanda en estos tiempos: ¡mirad la ternura  con que las serpientes amamantan a los perrillos, qué delicadeza! ¡Observad a las comadrejas alabando la fragancia pomposa del zorrillo, qué alegría!
II
Se asoma la decrepitud al espejo, éste último junto con sus compañeras le han hecho maravillas al rostro decadente, por lo que ahora se encuentra feliz, aglutinando un éxtasis tan plácido que ha embelesado constantemente las fisuras eternas de su cara. Pero da lo mismo, nos hemos vuelto carentes de reinvención, y así, los pasos se desvanecen a la orilla del salado mar, la desesperanza hunde su grito en un colorido bosque de superficie solaz en cuyo hábitat se engendran frondosas vegetaciones de veneno y espinos.
III
La manada ha sido anestesiada con injurias y con cloro de las cloacas, ¿alguien osa interrumpir su hibernación y revivir lo que era? Somnolientos sus pasos se fatigan y se rinden al instinto, ¿es que ya no queda nada de ella?
     Los corderos han ido degradándose, contentos cantando y tomados de las manos se dirigen a un holocausto metamórfico; engalanados y con enormes bríos se apresuran a la  fiesta en donde esperan ser los anfitriones; confetis de frivolidades, serpentinas tecnológicas, alimentos virtuales han de transformarlo. ¿En dónde se quedó el paupérrimo hombrecillo, ése que no soportaba los vituperios de lo desconocido, de la ignorancia, de lo inaudito? ¿Está ahí, allá, acá, aquí… se perdió, dejó de buscarse, se fue… es que hizo a un lado el arte que discurría entre los vértices de lo bello, bueno y verdadero?
IV
Ejércitos de hormigas esclavas hoy añoran lo sintético, y así, yacen exhaustas de reunir las cosechas provenientes de las siembras primigenias ya que ahora se esfuerzan en alcanzar el pabellón de las migajas transgénicas; riñen, contienden consigo mismas por la melancolía de su flacidez mórfica y su tórax rollizo. ¿Notáis la injuria? ¿Descubrís la mofa?
     La manada, somnolienta cae en los disturbios. ¿Podrán despertarla de su sueño; avivarla ante las sombras de las nubes ácidas?

 

 


miércoles, 11 de agosto de 2010

Epiphone - cuando olvidamos nuestro sonido

El amplificador ya no funciona. Quedó taciturno y rebelde a mis mandatos de que encendiera, sin embargo ahí lo veo, varado en mi escritorio, viejo, sucio, empolvado de ilusiones viejas y tocadas amateur, esperando a que un transgresor de paradigmas lo arregle para hacerlo un portavoz de sonidos que atropellen las fibras profundas de las almas jadeantes .

     No pienso comerciarlo o destruirlo. Sé que en un intempestivo momento volverá a relucir con su ronca voz de distorsión cuando yo esgrime mis recuerdos a través de la guitarra. Aun así, ninguno de los dos estamos listos para emprender el camino a tal sensibilidad, inclusive, aunque el amplificador guarde su configurada ecualización yo no poseo la terquedad de iniciar las melodías. Entonces veo que él, aunque no funciona, permaneció estático y en el mismo lugar, en cambio yo, esforzándome en mis creaciones, olvidé el principio de mi sino creativo.

jueves, 29 de julio de 2010

Mentiras del imperio de la muerte (reflexión n.1)

La muerte de Sócrates
Hemos exaltado la muerte concibiéndola como el diámetro que ajusta lo vital, la supervivencia, el poder de estar vivos. El exhausto peregrino desea yacer en el inerte polvo dejando tras de sí su voluntad, permitiendo que las cucarachas corroyan su débil cuerpecillo.
     Qué fútiles somos al no percibir los espirales del tifón como impulsos hacia el eterno espacio. Nos cansamos, descendemos al hades de los silogismos suicidas, mas no ascendemos a los cielos impenetrables donde descansan los fuertes, los destructores de la muerte, los que reinan sobre las potestades de lo inorgánico.
     Suele suceder, podemos derrumbarnos ante la adversa alabanza que rinden los locos para sí mismos, ditirambos que intercambian entre ellos para mantenerse egocéntricos de poder derrotar al hombre. Sin embargo, ellos se mantienen eximes de culpas porque nuestra voluntad es rendida por nuestras neurosis y flaquezas.
     La muerte sobreabunda vanidosa, el perezoso ha tomado como estandarte sus designios. ¿Hemos de obedecer el dogma que estipula que el cese de la vida es terminación del espíritu y la historia? Nuestra historia no se reduce a simple materialidad, la trascendencia se levanta fervorosa sobre las llamas de lo visible rompiendo y quebrantando la lógica de este mundo. Somos eternidad, indelebles en la existencia de los siglos.
     Terminemos la sinfónica raíz de la ignorancia, del engaño sobrepuesto a nuestras cabezas, a nuestros cuerpos. Debemos exigir a los hombres adelantarse a borrar al bufón danzante de las habitaciones perniciosas; obligarlos a empuñar la espada, y a sí, atravesar con su destreza la quimera y lo falaz de la desesperanza.

sábado, 24 de julio de 2010

Cumpleaños "heterotópico" en Crosthwaite

Por heterotopía se entiende, según el filósofo Michel Foucault, como algunos “lugares reales, efectivos, diseñados en la institución misma de la sociedad, que son especies de contra-lugares; utopías efectivamente realizadas en los lugares reales…”.

lunes, 19 de julio de 2010

Los medios del tío Corp.

“Un mundo desbocado” sería un título perfecto para describir la situación actual de nuestro mundo. El proceso de globalización nos supera, las catástrofes económicas se avecinan, y el control moral yace encarcelado en una mazmorra de delincuencia, violencia y corrupción; y por si fuera poco, los medios de comunicación siguen empeñándose en manipular y manejarnos a como dé lugar.
    
    Anthony Giddens acuñó el término “mundo desbocado” para interpretar la situación en la que nos encontramos, ya que considera que existe un descontrol sobre las cosas, es decir, que la globalización nos está superando al grado de que estamos perdiendo dominio sobre nosotros mismos, por lo que comienza a imperar el desorden social, político y económico.

jueves, 15 de julio de 2010

Sendero de visiones

Alguna vez soñé que los sueños son premoniciones: la revelación del camino hacia el futuro.
     Descubrí que los anhelos son mensajes gritados del porvenir hacia el presente y que la realidad sombría es la oportunidad para arrebatar nuestros deseos.
     De igual modo logré entender que el pasado tiene una misión, aunque también lamentablemente, dos enfoques:  obstáculo o impulso. Sin embargo, su finalidad debe ser el esfuerzo de lo que fue el presente.
     Indagaba en los abismos de mi insomnio y, a la vez, de mi somnolencia cuando soñé mil cosas cuya fatalidad era marcar mi ayer, hoy y mañana, pues me fue revelado que tenía que encontrar en el ayer mi esfuerzo plasmado y, que hoy, necesitaba construir mis sueños para mañana contemplarlos como siempre los había visto.
     Así amaré.

lunes, 12 de julio de 2010

Narrativa en escenas, perfiles y perspectivas (Primera forma): "Llamada, visita y despedida".

―¿Me extrañas? ―¿Cómo se le ocurre preguntarme eso?

―¿Es enserio tu pregunta? ―le digo descaradamente.

―¿Me extrañas? ―¡Rayos! Sigue con lo mismo…

―¿Ya enserio, lo dices de verdad?

―¡Sí! Es de verdad ―¡Valió madres…!

―¡Jajajá! Deja de jugar. ¿Por qué preguntas eso? De seguro estás usando tu psicología inversa para que te halague y te diga cosas bonitas ―estoy segurísimo de su juego.

―No. No juego, te lo estoy preguntando de verdad.

―¿Por qué preguntas esto?

―Siento que pones pretextos para no vernos ahora ―me lo dice con un gesto de reclamo.

     Yo me sorprendo. Ella pregunta de nuevo. No sé que responder; es muy obvio. Ella sigue empeñada en saberlo. Estructuro la respuesta. No quita el pie del renglón. Comienzo a hablar. No la convenzo. Me irrito. La imagino. Su tono de voz es determinante. La contestación es notoria; estuve pensando en ella todo el día y esperaba el momento propicio para hablarle. Muero de nervios antes de que me conteste. Recreo su voz en mis oídos. Ella sigue en la línea. Me rasco la planta del pie. Andrea está empeñada en sacarme la respuesta. En verdad la quiero ver; lloro por verla. Todo el día la soñé. Le escribí unos versos. La extraño. Dice que me extraña. Inmediatamente se eriza mi piel. Me hago el sordo para escucharlo de nuevo y le pregunto que si qué me dijo. Lo repite. Mi cuerpo sigue entusiasmado. Hace mucho tiempo que no sentía algo así. Lo repite. Muero por estar frente a sus ojos. La amo.

     Sería poco decir que la echo de menos, en realidad a cada momento la revivo en mis párpados. Miro el reloj queriendo adelantar el tiempo. Ya quiero llegar a su casa; faltan tres cuadras. El tiempo es corto pero con profundas huellas. ¡Apúrate semáforo! ¡Quítate de encima carro imbécil! Por fin juntos. Sólo la contemplo; reímos, cantamos, corremos. Miro el reloj queriendo atrasar el tiempo. Odio irme tarde de su casa. Ya me voy. Ella me detiene. No digo nada. Ya es tarde y sabe que tiene que dejarme ir pero se aflige porque quiere que me quede. ¡QUIERO QUEDARME! ¡QUIERO QUEDARME! Siento su mirada en la mía; me ve con ternura.

     Me voy hacia atrás. Me dirijo al carro. ¡Quiero que me hable! Me habla. Volteo. ¡Yes! ¡Me pide un beso! Jajajá, me hago del rogar. Con un gesto demandante me lo pide de nuevo. Lentamente me dirijo a ella; me pongo al borde de su cara. Ella espera que me acerque a su boca. Me acerco. Ella recorre la distancia que queda entre nuestra respiración. ¡Boom! Suavemente toco sus labios; me tocan los suyos. Siento algo extraño; no quiero parar… Sus labios son muy tiernos. Creo que ella no quiere acabarlo. La sigo besando. Siento su calor. La extraño ya. El beso aún no termina. ¿Qué pensará? La intensidad baja; desciende el éxtasis; termina el asunto. Emprende un tiroteo de pequeños ósculos como señal de que el primer beso fue correspondido. Nos miramos como idiotas. ¿Seré el amor de su vida? ¿Y si no? ¡Sí, ahuevo que sí soy! Soy el amor de su vida. “Te quiero”; “Yo más”; “Claro que no”; “Claro que sí”; “Nos vemos”; “Háblame cuando llegues a tu casa”; “Bye, bye”.

     Me dirijo al auto. Espero que me siga. ¡Rayos! Ya quiero que venga, tiene que perseguirme. Me subo al coche; prendo el motor. Bajo el vidrio; desciende lentamente. ¡Sí! ¡Ella llega! Se inclina hacia mí. Me pide el “último beso”. ¡Valiendo! No quiero que mis suegros vean. Voltea hacia la puerta buscando quién puede observarnos. No hay nadie. Ahora sí; se acerca a mí. Me besa; me besa; me besa: fueron tres. Volteo el rostro al frente del volante. Se despide. Me despido. Llega a la puerta. Aún no me voy. Espero a que entre a su casa. Ella permanece poco tiempo en la puerta. Otra ve se despide. Me volteo de nuevo. Destrabo la palanca de los cambios. Acelero. Me voy. Lloro en el camino. Noto que no encontraré a otra persona como Andrea. Me siento afortunado.

     Llego a mi casa. Bajo del auto el disco de Soda Estéreo. Me descalzo. Pongo el disco en la grabadora. Me acuesto. Cierro los ojos. Escucho dos veces “Ciudad de la furia”. Me da un poco de sueño. No, no tengo que dormir sin haber escrito esto. Me voy al ordenador. Escribo algunas frases. No sé qué hacer. Comienzo a escribir; escribo sobre la pregunta que me hace; tecleo el inicio del diálogo. Estructuro escenas y perspectivas; parece cubismo. Le pondré: “Narrativa en escenas, perfiles y perspectivas”. Me gusta. Me imagino el final; me dirijo hacia el final; escribo el final. Casi termino. Quisiera seguir escribiendo. Miro el reloj. Es muy noche. Escribo que el final está llegando. Escribo acerca del reloj. Casi termino. La extraño. Pongo que la extraño antes de terminar. Termino. Termino. Guardo el documento. Reviso lo que escribo. Así lo dejo. Lo subiré a mi página…

jueves, 8 de julio de 2010

El artista como luchador social

¿Qué pensaremos del arte, cómo contemplarlo y distinguirlo? La noción de arte ha variado a través de los siglos poseyendo una gama muy amplia de interpretaciones y funciones, lo cual nos dice, que su contemplación difiere dependiendo del contexto histórico-social. Por ejemplo, con los griegos cohabitaba la noción tripartita del kalokagathos, es decir, ellos entendían la esencia del arte conformada de tres características: “buena”, “bella” y “verdadera”.
    La visión griega atribuía al arte una razón de ser que oscilaba en algo prácticocuya función era mostrar algo meramente homogéneo, o sea, dicha cosmovisión artística era tal que al vislumbrarse como verdadera poseía estrictamente la belleza y la bondad. Por otro lado, estas consideraciones han suscitado algo más profundo en relación al pensamiento medieval, ya que según la filosofía aristotélico-tomista el ser contiene en sí mismo el kalokagathos. Y no sólo nos quedamos ahí, puesto que en la doctrina cristiana se muestra a Dios como sustancia de esas tres cualidades.
    En contraste con lo anterior, de forma muy alejada, tenemos al barroco en la arquitectura de las iglesias cuya función artística consistía en impresionar a los espectadores causándoles un tremendo asombro por los colores dorados y las exageraciones mórficas, de tal manera que lograra suscitar en ellos un profundo sentimiento por verse dentro de un “recinto majestuoso”. Sin embargo, en el romanticismo, nos colocamos en una visión artística meramente diferente ya que se la da importancia a la subjetividad, al individualismo y a los fenómenos de la naturaleza. Es por esto que el pintor esboza imágenes de la naturaleza como representación de lo majestuoso, de lo incomprensible, de lo que no puede controlarse, de lo violento y desconocido para mostrar la supremacía de los sentimientos sobre la razón.
    Ahora bien, ¿cuál es la misión principal del músico o artista en nuestros tiempos? Son innumerables las posibles respuestas, unos podrían decir que es divertir, entretener o mostrarnos la problemática social, política y económica, así como también revelarnos una interpretación existencial de nuestra vida; no obstante, de la misma forma, podríamos escuchar concepciones del arte más sugestivas como “el arte por el arte”, o contrariamente, argumentos frívolos que denoten que el objetivo del artista es ser famoso.
    Sea cual sea la respuesta yo considero necesario que el artista debe ser un crítico y un luchador social (independientemente de que trabaje con la estética) y como ejemplo cito al compositor alemán Richard Wagner (1813-1883) como uno de los exponente con mayor claridad del poder transformador del arte ya que para éste “el destino artístico del músico consistía en transformar el mundo a través de una nueva forma de arte”. Tal contemplación artística era influenciada por la estética del filósofo Schopenhauer (1788 – 1860) en adquirir de él la cosmovisión trágico-dionisíaca. Por lo tanto, para Wagner, el artista es “el conocedor del mundo, y está capacitado para resolverlo.”

viernes, 2 de julio de 2010

Hablando de hormigas

Hoy no quiero hablar de filosofía, y mucho menos del pensar. Hoy quiero escribir de ti, de mis días contigo.
    Perdona si me simbolizo como una hormiga, no quiero decir que tú también lo seas, simplemente encuentro acertada la similitud para derramarme en el papel.
    ¿Has visto a las hormigas salir presurosas hacia el alimento? Va gran parte de la colmena a jugarse la vida por obtener ciertos bienes, para postergar su raza hasta el fin de los siglos. Una encuentra algo valioso y, a pesar de que éso esté proporcionalmente más denso que ella, se la hecha a su espalda... Así somos los amantes, comprendemos que algo enorme aplasta nuestros brazos y aun así queremos y pretendemos soportarlo. ¿Quién resistirá la embriaguez añeja de los besos?
    Las hormigas siempre encuentran provisiones donde otros ni siquiera pueden ver o entrar. Y así soy yo, olfateando sutilmente lo dulce en las cosas amargas, comiéndome tus letras precisas aunque imprudentes para los demás; y eso no me importa, porque el más pequeño de los formícidos sube hacia las montañas más altas y escarpadas.
    El amor es parecido a esas curiosidades de los insectos, tan fuerte que carga toneladas de días oscuros, pero tan débil que cualquier hombre puede pisarlo y echarlo a perder de un momento a otro… así soy yo, fuerte ante lo adverso y lo desconocido, pero frágil y débil cuando me recuesto en medio de tus brazos.
    Cuán bellas son las hormigas, nadie las conoce, viven bajo la tierra anónima de las sobras, sin embargo, habitan entre los campos fragantes de las flores porque éstas son sus guardaespaldas y su sombra. Los insectos se habitúan a explorar, no obstante, nunca se acostumbran a las cosas. El mundo es tan enorme que siempre hay algo nuevo qué encontrar; así hemos crecido los dos, normalmente caminando en la magia de los ojos y volando hasta las aguas de la atmósfera.
    He de decir como hormiga que mis antenas capturan tu sonriente imagen y me causa hambre inaudita… así me pasa, queriéndome perder en un nombre que no recuerdo aunque quizá éste sea el último hallazgo de mis manos; así somos los dos, saboreando la victoria de las flores, que a pesar de las guerras y batallas frías siguen recreándose con frondoso plumaje; así somos los dos, aprisionados en la colmena de los calores turbios, donde los tifones recorren y destrozan las millas de los cuerpos.

Para ti, mi más bella Hormiga.

miércoles, 30 de junio de 2010

Poder de pensar

El ente abstracto es real en el lenguaje, y a su vez, puede llevarse al acto material ya que su “potencia” no es sino el prescindir de su cualidad esencial que siempre es acto que repercute y coexiste con el pensamiento, esto es, el fenómeno mismo de llegar a ser. Aludiendo al cristianismo podría decirse que dichas sentencias se hacen claras en la traducción bíblica del evangelio de Juan cuando se cree por fe que: “‘... aquel Verbo (Logos) fue hecho carne’… Jesús encarna la verdad, porque Él es la verdad”*. Análogamente se hace viable que el lenguaje [Verbo-palabra] (compuesto de signo y sonido) se encarnó en una materialidad, es decir, lo metafísico se manifestó en lo físico de tal manera que se constituyó como una realidad tangible. Por lo tanto, algunos de nuestros pensamientos pueden transformarse hasta ser verdaderas consecuencias activas que delimiten nuestro alrededor.



*Neil T. Anderson - Victoria sobre la oscuridad

martes, 29 de junio de 2010

La obstrucción del espíritu

La humanidad en su naturaleza material y espiritual participa del ser, siendo así, el reino de la materialidad participa del ser a tal grado que cuando la idea se instaura en sus dominios se torna difícil de penetrar y hacer clara, es decir, se obstaculiza su naturaleza extraordinaria haciéndose borrosa. Con tal sentido Platón suponía esta dificultad diciendo que el cuerpo era una cárcel para el alma ya que ella busca su emancipación escudriñando dialécticamente las cosas hasta recordar la idea, anamnesis. La idea como ente abstracto se divulga en el lenguaje y por lo tanto se hace deficiente al ser delimitada por conceptos. Siendo así, tenemos ya un gran problema para conocer las esencias.

domingo, 27 de junio de 2010

El engaño del cuerpo

Innumerables filósofos y guías espirituales han notado la difícil condición espiritual que emerge en el imperio de la materia, y es por eso que analizan la importancia de suprimir, vencer o dominar el impulso atropellado proveniente de los cuerpos. Schopenhauer opta por el arte, el ascetismo y la misericordia como vías para reducir el deseo; de igual manera, la doctrina budista busca suprimir el “yo”; Jesucristo enseña la la trascendencia del amor y el espíritu; Kierkegaard vislumbra en el estadio religioso la existencia auténtica que se enfrenta a las consecuencias de un pecado original o de una corrupción primigenia; los estoicos no se quedan atrás, ya que ellos pretenden encontrar la felicidad al renunciar a los placeres engañosos. Es decir, las enseñanzas tienen fines parecidos en tanto que sitúan a nuestro cuerpo engañado por sus deseos y pasiones, por lo tanto, se busca vencer tales impulsos para lograr la emancipación del espíritu de modo tal que se logre alcanzar la trascendencia y la virtud.

sábado, 26 de junio de 2010

cinco cosas

Hola bloggeros, de parte de Abril me vino la propuesta de decir cinco cosas que me gustarían hacer. Y pues bueno, tengo muchos anhelos pero trataré de darle más importancia a los que tengo más latentes.

No quiero morir sin antes:

1. Haber publicado algunos libros en diferentes géneros y temas. Sobretodo, en filosofía.

viernes, 25 de junio de 2010

Meditaciones acerca del evento existencial


A cada persona le llega un determinado momento para hacer determinada cosa. Cada fenómeno requiere de un espacio y tiempo para lograr ser lo que es. Según el libro de Eclesiastés (en la Biblia) " debajo del sol cada cosa tiene su tiempo... y no hay nada nuevo bajo su luz", lo que podríamos inferir que a cada uno de nosotros nos llega un momento decisivo para suscitar un evento que es capaz de modificar el curso de la historia personal.

El evento puede darse o impedirse, y no es que se impida, porque el mismo hecho de obstruirse es ya otro evento. Sin embargo ¿podríamos adelantar nuestras indagaciones filosóficas, científicas, teológicas, psicológicas, históricas y sociológicas hacia posibles fenómenos? Y si esto fuese así, ¿es posible cambiarlos?




lunes, 21 de junio de 2010

RecreArte Introspectivo

RECREARTE INTROSPECTIVO

http://www.recreArte-introspectivo.blogspot.com/

Existe una gran conexión entre el escritor y su obra: hermanos de sangre, enamorados confidentes, amantes ensimismados, y a la vez, sujetos divorciados por una gran distancia: las letras y el autor.

La literatura nos embalsama para resguardarnos del hastío, de lo incomprensible, de la desilusión; es entonces, que las letras muestran un mundo intemporal fantástico: nos recrea, nos hace llorar y diluirnos en un mágico caudal que devora soledades y días oscuros. Es por esto que nos apasiona escribir, es una forma de soñar un mundo diferente en un universo multiforme de posibilidades violentas, extrañas, benignas e inverosímiles; y es así, que nos convertimos en escrito y el escrito se transmuta en nuestro nombre; ya no somos dos, sino uno solo.

Hoy inicia un proyecto; las palabras carcomen nuestros dedos y los apresuran a estructurar las ideas; anhelamos escribir, salir de lo desconocido para exponer nuestro trabajo debido a la cantidad de pensamientos que esclarecen nuestra mente; somos filosofía bailando un vals con la gramática en la pista de los sueños literarios, ¿nuestra armadura? Las experiencias cotidianas que nos acompañan.
RECREARTE INTROSPECTIVO es un espacio literario creado por cinco personas amantes de las letras:


Andres{20 años}:

Estudiante de Letras Hispánicas por la UNAM. [ http://letreroloco.blogspot.com/ ]


Betzabé {17 años}:

Aspirante a Medicina por la UNAM. [ http://hwblackrose.blogspot.com/ ]


Arturo {19 años}:

Estudiante de Filosofía por la UABC. [ http://arturocabrerafilosofia.blogspot.com/ ]


Abril {19 años}:

Estudiante de Letras Clásicas por la UNAM. [ http://abrilgkarera.blogspot.com/ ]


Michell Giovanni {20 años}:

Estudiante de Filosofía por la UABC. [ http://elgiovanniparra.blogspot.com/ ]






Lunes 21 de Junio del 2010

domingo, 6 de junio de 2010

Meditaciones en versos cortos



1- No hay fluir en el engranaje social

cuando supersónica es la fricción de las coyunturas.

La solución:

     Híbrido de bisagras con aceite.



2- Por los pasos del viento en la buena senda

cualquier punto cardinal es un estrecho suelo arenoso

por donde :

miércoles, 2 de junio de 2010

Un pequeño pensamiento de la ciencia como medio transformador del hombre



La ciencia como medio transformador del hombre a través de la historia

El hombre descubre, describe y maneja los conocimientos; tiene una curiosidad apriorística, no se cansa, no cesa, tiene comezón en sus oídos y mente. Dicho pulso natural le hace penetrar en los saberes para después comprender la realidad, ya que al comprobarlos se les designa como ciencia, es decir, un estudio sistemático verificable de los fenómenos.
    Desde que la filosofía fungió como madre de las ciencias se hizo notar la necesidad preponderante de conocer la razón de ser de los fenómenos, las cosas y el hombre: ¿Para qué estamos aquí?, ¿existe una verdad comprobable?, ¿cómo se compone el universo?, ¿existe un creador, un proveedor, un Dios? Y si así fuese ¿Cómo es?, ¿quién regula la naturaleza? Estas cuestiones se han postergado hasta la actualidad y han ido configurando al hombre como una máquina de especulación. No obstante, hoy queda insatisfecha una pregunta: ¿Qué es el hombre?
    Para responder dichas preguntas las culturas antiguas como Egipto, Fenicia, Mesopotamia y Grecia establecieron como punto de partida del saber la variación de un pensamiento dual, es decir, el idealismo y el materialismo impregnaron sus visiones sobre la humanidad llevándola a elegir entre dos mundos. Estas cosmovisiones múltiples han albergado estructuras similares, por ejemplo, el materialismo converge en que la realidad última es la materia: antípoda de la idea. Tal herencia milenaria de polarizar la realidad en idea o materia se ha inculcado en cualquier cultura, sin embargo, por otra parte, la tradición oriental se ha erigido en una visión holística en la que permanece la trascendencia: mundo espiritual y material permanecen juntos.
    En contraste, en nuestros tiempos se observa, de un modo hegeliano, que la cultura actual se sintetiza hacia la modernidad tecnológica y que por lo tanto el hombre está propenso a cambiar su realidad sin poder transformar sus adentros, es decir, la cultura se difumina en artilugios sin cambiar su corazón: su necesidad de trascendencia fue supeditada a la materia, y así, se olvidó de su espíritu. No obstante, no siempre fue así ya que en algunas culturas antiguas la tecnología cobraba un valor suprasensible debido a que ésta propiciaba un medio para que el hombre trabajara en el ser y así estuviese abierto a él; como ejemplo de ello se encuentra la escritura.
    Cuando los medios escritos comenzaron a aparecer, el hombre tomó conciencia de otros panoramas y otras nociones de la realidad debido a que la letra plasmada en el papiro, pergamino y papel permitió a cada persona perpetuar su sentimiento y pensamiento; lo que significó que los signos cobraron un valor fundamental para la transmisión de ideas e intuiciones fenoménicas. Esta fijación en los caracteres transformó la vida porque la ciencia desplegó su saber a través de ellos: el conocimiento ya no fue comunicado de forma oral sino que lo escrito tomó preponderancia para la enseñanza.
    De este modo, surge otra cuestión: ¿Cómo transmutará la sociedad y el saber por la preeminencia de los flujos de información a través del código binario? Por ende, nos damos cuenta que muchos de los primeros cuestionamientos suscitados en el hombre quedan inconclusos: ¿Qué es el hombre? ¿En qué nos convertimos?

“El hombre está aprendiendo a maquillarse para embellecerse, sin embargo, sigue sin aprender a adornar su corazón.”
Michell Giovanni Parra Al.

viernes, 28 de mayo de 2010

Mi vida en tres: surrealismo, abstraccionismo y cubismo.



Siempre en tu costado permanezco fértil de dolores; plantado en un frasco diáfano con tapa hermética asfixiándome: es  delirio, vértigo quebradizo sulfurando mis visiones.
Es así que sufro, que me olvido de mí mismo; las ráfagas punzocortantes me desfiguran, me amputan el deseo de sobreponerme a mis placeres elevándome a la cárcel de la mutilación, de la ceguera, del momento; la respuesta: un anhelo, un sueño, un sentido parcial de la existencia provocándome a exacerbar la debilidad de los instintos para la fortaleza de mi idea.
― ¡Basura!― canta el buitre.

miércoles, 26 de mayo de 2010

PERSPECTIVISMO

Corriente filosófica para la cual se da la posibilidad de considerar cualquier cosa y, en general, el mundo, desde diversos puntos de vista, de tal forma que todos concurran ―aunque sean diferentes, y aún por serlo― en la única forma humana de conocimiento (Plumed, 1992).
Ejs:
-Ortega y Gasset defiende un perspectivismo histórico, de forma que algunas perspectivas sólo pueden descubrirse a lo largo de la Historia (Plumed, 1992) .
-K. Manheim defiende que todo individuo tiene una forma particular de concebir las cosas de modo global, según su posición socio-histórica (Plumed, 1992).
-Para Nietzsche, los conceptos cognitivos no expresan más que un punto de vista arbitrario sobre el mundo (Plumed, 1992).

Bibliografía

Plumed, C. L. (1992). Diccionario básico de Filosofía. Zaragoza: Mira Editores.

ESCATOLOGÍA


La “doctrina de la realidades últimas” (en griego, ta eschata) acabó significando, en el pensamiento cristiano: muerte, juicio, cielo e infierno. Pero, en los estudios bíblicos, esta palabra designa el conjunto de ideas del AT (Antiguo testamento) y el NT (Nuevo testamento), y también de la literatura intertestamentaria, relativas al fin de la historia o la existencia –donde “fin” denota punto terminal y, al mismo tiempo, los acontecimientos por los que se evalúa todo lo demás (Browning, 1998).

Bibliografía

Browning, W. (1998). Diccionario de la Biblia. Barcelona: Paidós.

SEMIÓTICA O SEMIOLOGÍA

Ciencia general de los signos. Se subdivide en: Sintaxis, Semántica y Pragmática (Plumed, 1992).
-Sintaxis: se ocupa de los signos con independencia de lo que designan y significan; se trata, por lo tanto, de un estudio de las relaciones de los signos entre sí.
-Semántica: se ocupa de los signos en su relación con los objetos designados (Mora, 1988).
-Pragmática: se ocupa de los signos en su relación con los sujetos que los usan (Mora, 1988).
La semiótica tuvo un gran desarrollo en los sofistas, en Platón, en Aristóteles, en los estoicos, en los epicúreos y en los escépticos encontramos muchos análisis semióticos y hasta una clara percepción de la semiótica dentro de la filosofía (Plumed, 1992).


Bibliografía

Mora, J. F. (1988). Diccionario de Filosofía abreviado. México: Sudamericana.
Plumed, C. L. (1992). Diccionario básico de Filosofía. Zaragoza: Mira Editores.

martes, 25 de mayo de 2010

FETICHISMO



Adoración supersticiosa de ciertos objetos o cosas, a los que se les atribuye poderes sobrenaturales o mágicos (Plumed, 1992). Asimismo, las ideas fetichistas tenían difusión en la sociedad primitiva, circunstancia que se explica por el bajo nivel de desarrollo de la práctica social, y se han mantenido restos de esas ideas en las religiones modernas (Blauberg, 2001). En concreto, el fetichismo es la creencia en el poder sobrenatural o mágico de objetos materiales particulares. Más comúnmente, la actitud de los que consideran animados los objetos materiales, y los tipos de religión o filosofía fundados en esta ciencia (Abbagnano, 1998).
Ej. Creer que se tendrá buena suerte por portar una pata de conejo, alguna imagen, una escultura, un escapulario, etc.…

 

Bibliografía


Abbagnano, N. (1998). Diccionario de Filosofía. México D.F.: FCE.
Blauberg, I. (2001). Diccionario de Filosofía. México: Ediciones Quinto Sol.
Plumed, C. L. (1992). Diccionario básico de Filosofía. Zaragoza: Mira Editores.


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martes, 18 de mayo de 2010

EL HÉROE DE MÍ MISMO



Decía Nietzsche que el espíritu humano pasa por tres transformaciones: el camello, el león y el niño. Sin darnos cuenta, muchas veces divagamos en diversas etapas de nuestro pensamiento y actitud que podrían resumirse como una travesía a un desconocido mundo en donde al discurrirlo en cada legua, de manera lenta o rápida, nuestra percepción de estar vivos va teniendo un legado metamórfico. Es entonces, que crecemos hacia una cúspide estratosférica o hacia el subterráneo de la nada.
Una  travesía podemos entenderla como aquella secuencia escalonada y estructurada que nos revela etapas de la vida, y a través de la cual, cada persona se encuentra terriblemente atrapada; esta analogía es natural en las personas, el estructuralista Joseph Campbell la nombra como “El viaje del héroe”, es decir, ese camino en el que cada uno pretende y siente ser el superhéroe de la historia.
Existe un cuento que puede servirnos como ejemplificación de esta estructura inconsciente que nos encierra, se llama “La excursión” de Sergi Pámies; esta historia representa alegóricamente las fases de nuestra realidad, veamos: el personaje tiene 13 años, espera con grandes ansias el día en que por fin pueda conocer el barranco del que siempre le han platicado; quiere comerse el mundo a puños, se siente grande, autónomo y único, por lo que comienza a experimentar  sus primeros indicios de libertad como “auténtica fiesta”; su padre, siempre ha sido visto por su hijo como un superhéroe. ¡Finalmente el día de ir al barranco llega! El mozo se sube al coche junto con su papá -puesto que es él quien manejará-. El camino de ida es sorprendente, el paisaje es asombroso y tentador para explorar, las charlas de padre a hijo son realmente divertidas hasta que… algo muy extraño sucede en el camino: se torna escarpado, árido, seco, peligroso y aburrido hasta lograr ser tan despreciable por sus tintes nostálgicos y confusos; las cosas cambian, al final de la excursión se regresan a casa pero, con la diferencia, de que el retorno se vuelve insoportable. No hay palabras, no hay plática, no hay comunicación. Después de un largo tiempo varan en una gasolinera en la que puede verse a una niña masticando chicle; regresan al punto de partida, la vida ahora es diferente, la relación con su padre no es la misma.
Para el estructuralista y psicoanalista Joseph Campbell las relaciones del personaje con toda su travesía existencial podrían ser, precisamente, los simbolismos esclarecedores de la realidad de cada hombre, es decir, el cuento de “La excursión” delata una estructura arquetípica en el ser humano no importando el tiempo y el espacio. Campbell es quirúrgico al demostrar que las personas fungen un papel que conciben heroico, propio y determinado; al comparar el cuento con la vida personal se descubren conexiones, por ejemplo: el personaje es el símbolo de nosotros mismos; la excursión: el inicio de la individualidad; el camino: nuestro propio hacer y discurrir en la vida; el paisaje árido y seco: el descubrimiento progresivo de la realidad; el barranco: la compleja realidad; el regreso: el anhelo y la decisión por volver a los orígenes; la imagen de la chica masticando goma: la ínfima responsabilidad  o el descuido que se tiene hacia la lo importante… y el relato sigue así... sucesivamente.
La concepción heroica y predeterminada hacia uno mismo evoca las fuerzas hacia un individualismo, pero ¿es racional y libre nuestro pensamiento o cae en el libertinaje? ¿Estamos tan ensimismados que no nos importa pisotear a los demás? Una vez más, Nietzsche concibe al espíritu humano como lleno de un potencial tan fuerte que es capaz de recrearnos, como un poder para ascender y arrebatar nuestra fatalidad, lo que nos pertenece. El camello es nuestro inicio: pesadas cargas que sobrellevamos, valores impuestos, enajenaciones, etcétera; el león es el nacimiento de la libertad, el anhelo por el individualismo; el niño, la inocencia para olvidar el pasado, y de este modo, permitir recrearnos para llevar al acto nuestra potencialidad como forjadores únicos de nuestra propia vida.
Las estructuras esbozan un psicoanálisis personal, nos dan pautas para comprender nuestra cosmovisión del caminar humano. De esta manera Joseph Campbell decía que el hombre posee arquetipos inconscientemente, y estos, lo impulsan a querer desprenderse de lo “efímero” para ir en busca de la historia personal, del propio cómic, del propio “destino”. En consecuencia, aunque no lo sepa, el hombre se empeña en emprender una búsqueda hacia su propio ser debido a que las personas se sienten con la responsabilidad de cumplir “su llamado”, “su misión” o “su destino”.
Esta percepción histórica de nuestro destino podría compararse entre dos pensadores: para Michel Foucault la historia es discontinua, es decir, somos presa de la realidad y mañana será la consecuencia de lo que suceda hoy, o sea, no necesariamente nos encaminamos hacia una sociedad más justa o hacia un fin comunista, pues todo depende de lo que se haga o deje de hacer en este momento. En cambio, muy resumidamente, Marx concibe la historia como una dialéctica materialista, que es de algún modo, mesiánica: la lucha de clases traerá una sociedad mejor en donde los medios de producción se colectivicen y finalmente se extermine el dinero para vivir justamente, es decir, la síntesis dialéctica será la mejor, o sea, el comunismo. Por lo tanto, en conclusión, podríamos decir que sin importar la concepción histórica que tengamos debemos estar conscientes que cada uno de nosotros tiene la potencia para lograr sus metas: todo es un proceso, una secuencia, mañana seremos el producto de nuestro esfuerzo. He aquí el arquetipo, el heroísmo con su protagonismo, nuestra película, nuestro éxito o fracaso: El héroe de mí mismo.