Cumpleaños "heterotópico" en Crosthwaite

Por heterotopía se entiende, según el filósofo Michel Foucault, como algunos “lugares reales, efectivos, diseñados en la institución misma de la sociedad, que son especies de contra-lugares; utopías efectivamente realizadas en los lugares reales…”.

En un cumpleaños es común observar las celebraciones: fiesta, viaje, amigos(as) o relajo en algún lugar. En cuanto a mí, podría decir, que cada vez que cumplía años era transportado a un lugar especial en el que podía perpetuar mi recuerdo comiendo piernas de pollo y alitas rostizadas llenas de aceite. No siempre fui al KFC. Una vez, viajé a Hermosillo para festejarme en el Mundo Divertido.

     El escritor Crosthwaite conoce bien los diferentes tipos de festejos, en su cuento “Todos los barcos” puede delinearse el inicio de un viaje por motivo de un cumpleaños que, precisamente, tiene como fin, festejarlo en una heterotopía como representación, para mí, de que ahí sucederá algo diferente, es decir, un espacio designado a permitir el desbocamiento moral sin tener repercusiones.

     Por heterotopía se entiende, según el filósofo Michel Foucault, como algunos “lugares reales, efectivos, diseñados en la institución misma de la sociedad, que son especies de contra-lugares; utopías efectivamente realizadas en los lugares reales…”. En este sentido vemos al cumpleañero que se va al bar como el sujeto que camina hacia un espacio excluido pero, a su vez, incluido en una sociedad.

     En “Todos los barcos”, Ken (el personaje principal) cumple dieciocho años por lo que emprende un viaje programado por su hermano y los amigos de éste a un bar de Tijuana, en donde inicia, como un rito, una nueva forma de vivir. Es un “héroe” surgiendo a una nueva etapa, alguien topándose frente a otra realidad muy dispar de la que conocía. A este proceso de iniciación podríamos llamarlo “El héroe de las mil caras” en consideración a la teoría psicoanalítica y estructuralista de Joseph Campbell.

     Éste héroe de las mil caras explica la teoría arquetípica de Joseph Campbell al tratar de demostrar que existe inconscientemente en el hombre un prototipo ideal de travesía vivencial que en un tiempo concreto inicia o culmina en una heterotopía y, que a su vez, se le revela a cada uno como viaje lleno de hazañas “peligrosas y valientes”.

     Ken es el héroe emprendiendo un viaje; el camino es la trayectoria hacia su fatalidad y destino; la calle sucia el simbolismo de la inconformidad, desesperanza y hastío; el bar la heterotopía adonde tenía que llegar para experimentar fenómenos nuevos; su salida del bar es simbolismo de resignación, de anhelo por regresar al origen esencial.

     En el cuento, Ken se siente distante a esa realidad visualizada frente a él, no le convence. La llegada a la heterotopía se encuadra en un “pretexto” espacio-temporal en el que se permite el desenfreno y la euforia de los jóvenes que buscan experiencias nuevas. Esta cualidad espacial de la heterotopía consigue inmiscuir social y psicológicamente a las personas, es decir, sumerge a la gente en un determinado territorio para excluirse (aun dentro de la sociedad) de los demás, permitiendo así el desfogue que se llegue a pretender: “pretextos compartidos”.

     ¿Tal consideración heterotópica es un problema? Pienso que podría serlo en tanto que se establecen de forma muy permisible las heterotopías designadas al exaltamiento de lo instintivo, desordenado, irracional y del deseo exorbitante. Sin embargo, ¿qué podría suceder si se permiten sin medida? Para no ser catastrofistas podría decirse que las heterotopías pulularían a tal grado que el poder macrofísico (institucionalmente) tendría la oportunidad de dominar considerablemente la sociedad a través de ellas. Entonces, para frenar esto, se dice que la conciencia en el poder microfísico es fundamental, es decir, no se debe permitir que las instituciones heterotópicas dominen al héroe, esto es, ejerciendo la voluntad al no ceder poder psicosocial a un determinado espacio.

     Ken, dentro del bar, sale huyendo cuando una suripanta le acaricia la pantorrilla; él se resigna, se contrista y huye desesperado teniendo sólo una cosa en mente: Carol, el amor de juventud. Quizá de forma análoga tendremos que huir de estos fenómenos heterotópicos en los que hemos solido integrarnos, para lograr libertad adquiriendo ataraxia (imperturbabilidad del ánimo o tranquilidad del alma, en Epicuro) y conquista a nuestra propia voluntad.

Aclaración: el bar no es ningún problema, sino la conciencia que algunos adquieren al inmiscuirse en tal heterotopía, es decir, es transformada por incluirse en un espacio en el que muchas cosas que no son permisibles socialmente llegan a serlo por el hecho de suceder en un territorio concreto.