jueves, 29 de julio de 2010

Mentiras del imperio de la muerte (reflexión n.1)

La muerte de Sócrates
Hemos exaltado la muerte concibiéndola como el diámetro que ajusta lo vital, la supervivencia, el poder de estar vivos. El exhausto peregrino desea yacer en el inerte polvo dejando tras de sí su voluntad, permitiendo que las cucarachas corroyan su débil cuerpecillo.
     Qué fútiles somos al no percibir los espirales del tifón como impulsos hacia el eterno espacio. Nos cansamos, descendemos al hades de los silogismos suicidas, mas no ascendemos a los cielos impenetrables donde descansan los fuertes, los destructores de la muerte, los que reinan sobre las potestades de lo inorgánico.
     Suele suceder, podemos derrumbarnos ante la adversa alabanza que rinden los locos para sí mismos, ditirambos que intercambian entre ellos para mantenerse egocéntricos de poder derrotar al hombre. Sin embargo, ellos se mantienen eximes de culpas porque nuestra voluntad es rendida por nuestras neurosis y flaquezas.
     La muerte sobreabunda vanidosa, el perezoso ha tomado como estandarte sus designios. ¿Hemos de obedecer el dogma que estipula que el cese de la vida es terminación del espíritu y la historia? Nuestra historia no se reduce a simple materialidad, la trascendencia se levanta fervorosa sobre las llamas de lo visible rompiendo y quebrantando la lógica de este mundo. Somos eternidad, indelebles en la existencia de los siglos.
     Terminemos la sinfónica raíz de la ignorancia, del engaño sobrepuesto a nuestras cabezas, a nuestros cuerpos. Debemos exigir a los hombres adelantarse a borrar al bufón danzante de las habitaciones perniciosas; obligarlos a empuñar la espada, y a sí, atravesar con su destreza la quimera y lo falaz de la desesperanza.

sábado, 24 de julio de 2010

Cumpleaños "heterotópico" en Crosthwaite

Por heterotopía se entiende, según el filósofo Michel Foucault, como algunos “lugares reales, efectivos, diseñados en la institución misma de la sociedad, que son especies de contra-lugares; utopías efectivamente realizadas en los lugares reales…”.

lunes, 19 de julio de 2010

Los medios del tío Corp.

“Un mundo desbocado” sería un título perfecto para describir la situación actual de nuestro mundo. El proceso de globalización nos supera, las catástrofes económicas se avecinan, y el control moral yace encarcelado en una mazmorra de delincuencia, violencia y corrupción; y por si fuera poco, los medios de comunicación siguen empeñándose en manipular y manejarnos a como dé lugar.
    
    Anthony Giddens acuñó el término “mundo desbocado” para interpretar la situación en la que nos encontramos, ya que considera que existe un descontrol sobre las cosas, es decir, que la globalización nos está superando al grado de que estamos perdiendo dominio sobre nosotros mismos, por lo que comienza a imperar el desorden social, político y económico.

jueves, 15 de julio de 2010

Sendero de visiones

Alguna vez soñé que los sueños son premoniciones: la revelación del camino hacia el futuro.
     Descubrí que los anhelos son mensajes gritados del porvenir hacia el presente y que la realidad sombría es la oportunidad para arrebatar nuestros deseos.
     De igual modo logré entender que el pasado tiene una misión, aunque también lamentablemente, dos enfoques:  obstáculo o impulso. Sin embargo, su finalidad debe ser el esfuerzo de lo que fue el presente.
     Indagaba en los abismos de mi insomnio y, a la vez, de mi somnolencia cuando soñé mil cosas cuya fatalidad era marcar mi ayer, hoy y mañana, pues me fue revelado que tenía que encontrar en el ayer mi esfuerzo plasmado y, que hoy, necesitaba construir mis sueños para mañana contemplarlos como siempre los había visto.
     Así amaré.

lunes, 12 de julio de 2010

Narrativa en escenas, perfiles y perspectivas (Primera forma): "Llamada, visita y despedida".

―¿Me extrañas? ―¿Cómo se le ocurre preguntarme eso?

―¿Es enserio tu pregunta? ―le digo descaradamente.

―¿Me extrañas? ―¡Rayos! Sigue con lo mismo…

―¿Ya enserio, lo dices de verdad?

―¡Sí! Es de verdad ―¡Valió madres…!

―¡Jajajá! Deja de jugar. ¿Por qué preguntas eso? De seguro estás usando tu psicología inversa para que te halague y te diga cosas bonitas ―estoy segurísimo de su juego.

―No. No juego, te lo estoy preguntando de verdad.

―¿Por qué preguntas esto?

―Siento que pones pretextos para no vernos ahora ―me lo dice con un gesto de reclamo.

     Yo me sorprendo. Ella pregunta de nuevo. No sé que responder; es muy obvio. Ella sigue empeñada en saberlo. Estructuro la respuesta. No quita el pie del renglón. Comienzo a hablar. No la convenzo. Me irrito. La imagino. Su tono de voz es determinante. La contestación es notoria; estuve pensando en ella todo el día y esperaba el momento propicio para hablarle. Muero de nervios antes de que me conteste. Recreo su voz en mis oídos. Ella sigue en la línea. Me rasco la planta del pie. Andrea está empeñada en sacarme la respuesta. En verdad la quiero ver; lloro por verla. Todo el día la soñé. Le escribí unos versos. La extraño. Dice que me extraña. Inmediatamente se eriza mi piel. Me hago el sordo para escucharlo de nuevo y le pregunto que si qué me dijo. Lo repite. Mi cuerpo sigue entusiasmado. Hace mucho tiempo que no sentía algo así. Lo repite. Muero por estar frente a sus ojos. La amo.

     Sería poco decir que la echo de menos, en realidad a cada momento la revivo en mis párpados. Miro el reloj queriendo adelantar el tiempo. Ya quiero llegar a su casa; faltan tres cuadras. El tiempo es corto pero con profundas huellas. ¡Apúrate semáforo! ¡Quítate de encima carro imbécil! Por fin juntos. Sólo la contemplo; reímos, cantamos, corremos. Miro el reloj queriendo atrasar el tiempo. Odio irme tarde de su casa. Ya me voy. Ella me detiene. No digo nada. Ya es tarde y sabe que tiene que dejarme ir pero se aflige porque quiere que me quede. ¡QUIERO QUEDARME! ¡QUIERO QUEDARME! Siento su mirada en la mía; me ve con ternura.

     Me voy hacia atrás. Me dirijo al carro. ¡Quiero que me hable! Me habla. Volteo. ¡Yes! ¡Me pide un beso! Jajajá, me hago del rogar. Con un gesto demandante me lo pide de nuevo. Lentamente me dirijo a ella; me pongo al borde de su cara. Ella espera que me acerque a su boca. Me acerco. Ella recorre la distancia que queda entre nuestra respiración. ¡Boom! Suavemente toco sus labios; me tocan los suyos. Siento algo extraño; no quiero parar… Sus labios son muy tiernos. Creo que ella no quiere acabarlo. La sigo besando. Siento su calor. La extraño ya. El beso aún no termina. ¿Qué pensará? La intensidad baja; desciende el éxtasis; termina el asunto. Emprende un tiroteo de pequeños ósculos como señal de que el primer beso fue correspondido. Nos miramos como idiotas. ¿Seré el amor de su vida? ¿Y si no? ¡Sí, ahuevo que sí soy! Soy el amor de su vida. “Te quiero”; “Yo más”; “Claro que no”; “Claro que sí”; “Nos vemos”; “Háblame cuando llegues a tu casa”; “Bye, bye”.

     Me dirijo al auto. Espero que me siga. ¡Rayos! Ya quiero que venga, tiene que perseguirme. Me subo al coche; prendo el motor. Bajo el vidrio; desciende lentamente. ¡Sí! ¡Ella llega! Se inclina hacia mí. Me pide el “último beso”. ¡Valiendo! No quiero que mis suegros vean. Voltea hacia la puerta buscando quién puede observarnos. No hay nadie. Ahora sí; se acerca a mí. Me besa; me besa; me besa: fueron tres. Volteo el rostro al frente del volante. Se despide. Me despido. Llega a la puerta. Aún no me voy. Espero a que entre a su casa. Ella permanece poco tiempo en la puerta. Otra ve se despide. Me volteo de nuevo. Destrabo la palanca de los cambios. Acelero. Me voy. Lloro en el camino. Noto que no encontraré a otra persona como Andrea. Me siento afortunado.

     Llego a mi casa. Bajo del auto el disco de Soda Estéreo. Me descalzo. Pongo el disco en la grabadora. Me acuesto. Cierro los ojos. Escucho dos veces “Ciudad de la furia”. Me da un poco de sueño. No, no tengo que dormir sin haber escrito esto. Me voy al ordenador. Escribo algunas frases. No sé qué hacer. Comienzo a escribir; escribo sobre la pregunta que me hace; tecleo el inicio del diálogo. Estructuro escenas y perspectivas; parece cubismo. Le pondré: “Narrativa en escenas, perfiles y perspectivas”. Me gusta. Me imagino el final; me dirijo hacia el final; escribo el final. Casi termino. Quisiera seguir escribiendo. Miro el reloj. Es muy noche. Escribo que el final está llegando. Escribo acerca del reloj. Casi termino. La extraño. Pongo que la extraño antes de terminar. Termino. Termino. Guardo el documento. Reviso lo que escribo. Así lo dejo. Lo subiré a mi página…

jueves, 8 de julio de 2010

El artista como luchador social

¿Qué pensaremos del arte, cómo contemplarlo y distinguirlo? La noción de arte ha variado a través de los siglos poseyendo una gama muy amplia de interpretaciones y funciones, lo cual nos dice, que su contemplación difiere dependiendo del contexto histórico-social. Por ejemplo, con los griegos cohabitaba la noción tripartita del kalokagathos, es decir, ellos entendían la esencia del arte conformada de tres características: “buena”, “bella” y “verdadera”.
    La visión griega atribuía al arte una razón de ser que oscilaba en algo prácticocuya función era mostrar algo meramente homogéneo, o sea, dicha cosmovisión artística era tal que al vislumbrarse como verdadera poseía estrictamente la belleza y la bondad. Por otro lado, estas consideraciones han suscitado algo más profundo en relación al pensamiento medieval, ya que según la filosofía aristotélico-tomista el ser contiene en sí mismo el kalokagathos. Y no sólo nos quedamos ahí, puesto que en la doctrina cristiana se muestra a Dios como sustancia de esas tres cualidades.
    En contraste con lo anterior, de forma muy alejada, tenemos al barroco en la arquitectura de las iglesias cuya función artística consistía en impresionar a los espectadores causándoles un tremendo asombro por los colores dorados y las exageraciones mórficas, de tal manera que lograra suscitar en ellos un profundo sentimiento por verse dentro de un “recinto majestuoso”. Sin embargo, en el romanticismo, nos colocamos en una visión artística meramente diferente ya que se la da importancia a la subjetividad, al individualismo y a los fenómenos de la naturaleza. Es por esto que el pintor esboza imágenes de la naturaleza como representación de lo majestuoso, de lo incomprensible, de lo que no puede controlarse, de lo violento y desconocido para mostrar la supremacía de los sentimientos sobre la razón.
    Ahora bien, ¿cuál es la misión principal del músico o artista en nuestros tiempos? Son innumerables las posibles respuestas, unos podrían decir que es divertir, entretener o mostrarnos la problemática social, política y económica, así como también revelarnos una interpretación existencial de nuestra vida; no obstante, de la misma forma, podríamos escuchar concepciones del arte más sugestivas como “el arte por el arte”, o contrariamente, argumentos frívolos que denoten que el objetivo del artista es ser famoso.
    Sea cual sea la respuesta yo considero necesario que el artista debe ser un crítico y un luchador social (independientemente de que trabaje con la estética) y como ejemplo cito al compositor alemán Richard Wagner (1813-1883) como uno de los exponente con mayor claridad del poder transformador del arte ya que para éste “el destino artístico del músico consistía en transformar el mundo a través de una nueva forma de arte”. Tal contemplación artística era influenciada por la estética del filósofo Schopenhauer (1788 – 1860) en adquirir de él la cosmovisión trágico-dionisíaca. Por lo tanto, para Wagner, el artista es “el conocedor del mundo, y está capacitado para resolverlo.”

viernes, 2 de julio de 2010

Hablando de hormigas

Hoy no quiero hablar de filosofía, y mucho menos del pensar. Hoy quiero escribir de ti, de mis días contigo.
    Perdona si me simbolizo como una hormiga, no quiero decir que tú también lo seas, simplemente encuentro acertada la similitud para derramarme en el papel.
    ¿Has visto a las hormigas salir presurosas hacia el alimento? Va gran parte de la colmena a jugarse la vida por obtener ciertos bienes, para postergar su raza hasta el fin de los siglos. Una encuentra algo valioso y, a pesar de que éso esté proporcionalmente más denso que ella, se la hecha a su espalda... Así somos los amantes, comprendemos que algo enorme aplasta nuestros brazos y aun así queremos y pretendemos soportarlo. ¿Quién resistirá la embriaguez añeja de los besos?
    Las hormigas siempre encuentran provisiones donde otros ni siquiera pueden ver o entrar. Y así soy yo, olfateando sutilmente lo dulce en las cosas amargas, comiéndome tus letras precisas aunque imprudentes para los demás; y eso no me importa, porque el más pequeño de los formícidos sube hacia las montañas más altas y escarpadas.
    El amor es parecido a esas curiosidades de los insectos, tan fuerte que carga toneladas de días oscuros, pero tan débil que cualquier hombre puede pisarlo y echarlo a perder de un momento a otro… así soy yo, fuerte ante lo adverso y lo desconocido, pero frágil y débil cuando me recuesto en medio de tus brazos.
    Cuán bellas son las hormigas, nadie las conoce, viven bajo la tierra anónima de las sobras, sin embargo, habitan entre los campos fragantes de las flores porque éstas son sus guardaespaldas y su sombra. Los insectos se habitúan a explorar, no obstante, nunca se acostumbran a las cosas. El mundo es tan enorme que siempre hay algo nuevo qué encontrar; así hemos crecido los dos, normalmente caminando en la magia de los ojos y volando hasta las aguas de la atmósfera.
    He de decir como hormiga que mis antenas capturan tu sonriente imagen y me causa hambre inaudita… así me pasa, queriéndome perder en un nombre que no recuerdo aunque quizá éste sea el último hallazgo de mis manos; así somos los dos, saboreando la victoria de las flores, que a pesar de las guerras y batallas frías siguen recreándose con frondoso plumaje; así somos los dos, aprisionados en la colmena de los calores turbios, donde los tifones recorren y destrozan las millas de los cuerpos.

Para ti, mi más bella Hormiga.