miércoles, 30 de junio de 2010

Poder de pensar

El ente abstracto es real en el lenguaje, y a su vez, puede llevarse al acto material ya que su “potencia” no es sino el prescindir de su cualidad esencial que siempre es acto que repercute y coexiste con el pensamiento, esto es, el fenómeno mismo de llegar a ser. Aludiendo al cristianismo podría decirse que dichas sentencias se hacen claras en la traducción bíblica del evangelio de Juan cuando se cree por fe que: “‘... aquel Verbo (Logos) fue hecho carne’… Jesús encarna la verdad, porque Él es la verdad”*. Análogamente se hace viable que el lenguaje [Verbo-palabra] (compuesto de signo y sonido) se encarnó en una materialidad, es decir, lo metafísico se manifestó en lo físico de tal manera que se constituyó como una realidad tangible. Por lo tanto, algunos de nuestros pensamientos pueden transformarse hasta ser verdaderas consecuencias activas que delimiten nuestro alrededor.



*Neil T. Anderson - Victoria sobre la oscuridad

martes, 29 de junio de 2010

La obstrucción del espíritu

La humanidad en su naturaleza material y espiritual participa del ser, siendo así, el reino de la materialidad participa del ser a tal grado que cuando la idea se instaura en sus dominios se torna difícil de penetrar y hacer clara, es decir, se obstaculiza su naturaleza extraordinaria haciéndose borrosa. Con tal sentido Platón suponía esta dificultad diciendo que el cuerpo era una cárcel para el alma ya que ella busca su emancipación escudriñando dialécticamente las cosas hasta recordar la idea, anamnesis. La idea como ente abstracto se divulga en el lenguaje y por lo tanto se hace deficiente al ser delimitada por conceptos. Siendo así, tenemos ya un gran problema para conocer las esencias.

domingo, 27 de junio de 2010

El engaño del cuerpo

Innumerables filósofos y guías espirituales han notado la difícil condición espiritual que emerge en el imperio de la materia, y es por eso que analizan la importancia de suprimir, vencer o dominar el impulso atropellado proveniente de los cuerpos. Schopenhauer opta por el arte, el ascetismo y la misericordia como vías para reducir el deseo; de igual manera, la doctrina budista busca suprimir el “yo”; Jesucristo enseña la la trascendencia del amor y el espíritu; Kierkegaard vislumbra en el estadio religioso la existencia auténtica que se enfrenta a las consecuencias de un pecado original o de una corrupción primigenia; los estoicos no se quedan atrás, ya que ellos pretenden encontrar la felicidad al renunciar a los placeres engañosos. Es decir, las enseñanzas tienen fines parecidos en tanto que sitúan a nuestro cuerpo engañado por sus deseos y pasiones, por lo tanto, se busca vencer tales impulsos para lograr la emancipación del espíritu de modo tal que se logre alcanzar la trascendencia y la virtud.

sábado, 26 de junio de 2010

cinco cosas

Hola bloggeros, de parte de Abril me vino la propuesta de decir cinco cosas que me gustarían hacer. Y pues bueno, tengo muchos anhelos pero trataré de darle más importancia a los que tengo más latentes.

No quiero morir sin antes:

1. Haber publicado algunos libros en diferentes géneros y temas. Sobretodo, en filosofía.

viernes, 25 de junio de 2010

Meditaciones acerca del evento existencial


A cada persona le llega un determinado momento para hacer determinada cosa. Cada fenómeno requiere de un espacio y tiempo para lograr ser lo que es. Según el libro de Eclesiastés (en la Biblia) " debajo del sol cada cosa tiene su tiempo... y no hay nada nuevo bajo su luz", lo que podríamos inferir que a cada uno de nosotros nos llega un momento decisivo para suscitar un evento que es capaz de modificar el curso de la historia personal.

El evento puede darse o impedirse, y no es que se impida, porque el mismo hecho de obstruirse es ya otro evento. Sin embargo ¿podríamos adelantar nuestras indagaciones filosóficas, científicas, teológicas, psicológicas, históricas y sociológicas hacia posibles fenómenos? Y si esto fuese así, ¿es posible cambiarlos?




lunes, 21 de junio de 2010

RecreArte Introspectivo

RECREARTE INTROSPECTIVO

http://www.recreArte-introspectivo.blogspot.com/

Existe una gran conexión entre el escritor y su obra: hermanos de sangre, enamorados confidentes, amantes ensimismados, y a la vez, sujetos divorciados por una gran distancia: las letras y el autor.

La literatura nos embalsama para resguardarnos del hastío, de lo incomprensible, de la desilusión; es entonces, que las letras muestran un mundo intemporal fantástico: nos recrea, nos hace llorar y diluirnos en un mágico caudal que devora soledades y días oscuros. Es por esto que nos apasiona escribir, es una forma de soñar un mundo diferente en un universo multiforme de posibilidades violentas, extrañas, benignas e inverosímiles; y es así, que nos convertimos en escrito y el escrito se transmuta en nuestro nombre; ya no somos dos, sino uno solo.

Hoy inicia un proyecto; las palabras carcomen nuestros dedos y los apresuran a estructurar las ideas; anhelamos escribir, salir de lo desconocido para exponer nuestro trabajo debido a la cantidad de pensamientos que esclarecen nuestra mente; somos filosofía bailando un vals con la gramática en la pista de los sueños literarios, ¿nuestra armadura? Las experiencias cotidianas que nos acompañan.
RECREARTE INTROSPECTIVO es un espacio literario creado por cinco personas amantes de las letras:


Andres{20 años}:

Estudiante de Letras Hispánicas por la UNAM. [ http://letreroloco.blogspot.com/ ]


Betzabé {17 años}:

Aspirante a Medicina por la UNAM. [ http://hwblackrose.blogspot.com/ ]


Arturo {19 años}:

Estudiante de Filosofía por la UABC. [ http://arturocabrerafilosofia.blogspot.com/ ]


Abril {19 años}:

Estudiante de Letras Clásicas por la UNAM. [ http://abrilgkarera.blogspot.com/ ]


Michell Giovanni {20 años}:

Estudiante de Filosofía por la UABC. [ http://elgiovanniparra.blogspot.com/ ]






Lunes 21 de Junio del 2010

domingo, 6 de junio de 2010

Meditaciones en versos cortos



1- No hay fluir en el engranaje social

cuando supersónica es la fricción de las coyunturas.

La solución:

     Híbrido de bisagras con aceite.



2- Por los pasos del viento en la buena senda

cualquier punto cardinal es un estrecho suelo arenoso

por donde :

miércoles, 2 de junio de 2010

Un pequeño pensamiento de la ciencia como medio transformador del hombre



La ciencia como medio transformador del hombre a través de la historia

El hombre descubre, describe y maneja los conocimientos; tiene una curiosidad apriorística, no se cansa, no cesa, tiene comezón en sus oídos y mente. Dicho pulso natural le hace penetrar en los saberes para después comprender la realidad, ya que al comprobarlos se les designa como ciencia, es decir, un estudio sistemático verificable de los fenómenos.
    Desde que la filosofía fungió como madre de las ciencias se hizo notar la necesidad preponderante de conocer la razón de ser de los fenómenos, las cosas y el hombre: ¿Para qué estamos aquí?, ¿existe una verdad comprobable?, ¿cómo se compone el universo?, ¿existe un creador, un proveedor, un Dios? Y si así fuese ¿Cómo es?, ¿quién regula la naturaleza? Estas cuestiones se han postergado hasta la actualidad y han ido configurando al hombre como una máquina de especulación. No obstante, hoy queda insatisfecha una pregunta: ¿Qué es el hombre?
    Para responder dichas preguntas las culturas antiguas como Egipto, Fenicia, Mesopotamia y Grecia establecieron como punto de partida del saber la variación de un pensamiento dual, es decir, el idealismo y el materialismo impregnaron sus visiones sobre la humanidad llevándola a elegir entre dos mundos. Estas cosmovisiones múltiples han albergado estructuras similares, por ejemplo, el materialismo converge en que la realidad última es la materia: antípoda de la idea. Tal herencia milenaria de polarizar la realidad en idea o materia se ha inculcado en cualquier cultura, sin embargo, por otra parte, la tradición oriental se ha erigido en una visión holística en la que permanece la trascendencia: mundo espiritual y material permanecen juntos.
    En contraste, en nuestros tiempos se observa, de un modo hegeliano, que la cultura actual se sintetiza hacia la modernidad tecnológica y que por lo tanto el hombre está propenso a cambiar su realidad sin poder transformar sus adentros, es decir, la cultura se difumina en artilugios sin cambiar su corazón: su necesidad de trascendencia fue supeditada a la materia, y así, se olvidó de su espíritu. No obstante, no siempre fue así ya que en algunas culturas antiguas la tecnología cobraba un valor suprasensible debido a que ésta propiciaba un medio para que el hombre trabajara en el ser y así estuviese abierto a él; como ejemplo de ello se encuentra la escritura.
    Cuando los medios escritos comenzaron a aparecer, el hombre tomó conciencia de otros panoramas y otras nociones de la realidad debido a que la letra plasmada en el papiro, pergamino y papel permitió a cada persona perpetuar su sentimiento y pensamiento; lo que significó que los signos cobraron un valor fundamental para la transmisión de ideas e intuiciones fenoménicas. Esta fijación en los caracteres transformó la vida porque la ciencia desplegó su saber a través de ellos: el conocimiento ya no fue comunicado de forma oral sino que lo escrito tomó preponderancia para la enseñanza.
    De este modo, surge otra cuestión: ¿Cómo transmutará la sociedad y el saber por la preeminencia de los flujos de información a través del código binario? Por ende, nos damos cuenta que muchos de los primeros cuestionamientos suscitados en el hombre quedan inconclusos: ¿Qué es el hombre? ¿En qué nos convertimos?

“El hombre está aprendiendo a maquillarse para embellecerse, sin embargo, sigue sin aprender a adornar su corazón.”
Michell Giovanni Parra Al.